Esta historia me
la cantó (sí, cantó, que no contó) Sebastian. Ahora, ¿cuánto de cierto pueden
tener las palabras de un pobre loco Malkavian? Que cada uno considere veraz lo
que quiera.
Sebastian nació
en… Primero dijo que en el 1600 antes de Cristo, para terminar riéndose
diciendo que fue antes de que llegara el siglo XX.
Digamos, pues,
que Sebastian nació en 1880, por poder establecer una fecha exacta.
Sebastian y su
familia no vivían en la ciudad de Lecce. Vivían en algún campo que estaba cerca
de la ciudad (¿quién dice que sus padres no estaban locos y vivían todos en
algún jardín de la ciudad?) Sus padres trabajaban el campo y vivían de ello.
Sebastian no tiene hermanos, o al menos que él recuerde (al preguntarle por ellos, me señalaba una piedra que había en el suelo y me decía que su hermana siempre estaba a su lado. Así que supuse que no tiene hermanos…O que su hermana era una piedra, cosa que dudo)
Sebastian no tiene hermanos, o al menos que él recuerde (al preguntarle por ellos, me señalaba una piedra que había en el suelo y me decía que su hermana siempre estaba a su lado. Así que supuse que no tiene hermanos…O que su hermana era una piedra, cosa que dudo)
¿Qué podía hacer
un niño solo en el campo que era demasiado joven para ayudar a sus padres? La
imaginación le salvó la infancia… A mi parecer, le destruyó la vida.
Sebastian hacía
cualquier tipo de cosas con su imaginación. Tuvo guerras que perdió, viajó
hasta donde un hombre sólo podía soñar (¡llegó a la Luna!), tuvo poderes que el
mayor ejército envidiaría…
Cuando ya tenía
suficiente edad para trabajar (7 años), sus padres le pusieron al cuidado de la
pequeña granja que tenían. Pero Sebastian seguía en su mundo, así que no era
especialmente atento con los animales… Cada vez que su padre llegaba y los
animales no estaban atendidos, se quitaba el cinturón y azotaba a su hijo (cosa
que pasaba bastante a menudo).
Esto no hizo que Sebastian se volviera más atento. Todo lo contrario, hizo que cada vea se perdiera más y más en su mundo.
Esto no hizo que Sebastian se volviera más atento. Todo lo contrario, hizo que cada vea se perdiera más y más en su mundo.
Los animales no
sólo se convirtieron en sus únicos amigos, sino que también le hablaban. Tenía conversaciones
con ellos. Ellos le enseñaron y educaron mientras su padre no dejaba de
maltratarle con el cinturón.
Y así creció
Sebastian, rodeado de golpes de su padre y hablando con los animales. A veces
deseaba que el gallo picara tanto a su padre en el pie que le desangrara y
muriera. Pero el gallo le decía que pensara en su madre, que qué iba a hacer
ella sin su padre.
A sus 20 años,
su madre murió. De peste, dijo su padre. Pero él sabía la verdad. Unas vacas
asesinas habían apuñalado a su madre hasta que la pobre había dicho “Mu” y cayó
muerta a sus pezuñas.
Sebastian ya no
tenía motivo para seguir manteniendo vivo a su padre. Ideo un plan con sus
animales. Entre todos le matarían.
El gallo le picaría los ojos, la vaca le aplastaría con sus pezuñas, los cerdos se comerían sus tripas… Y él los dirigiría. La idea le encantaba (Me ha contado algo de un cuchillo en la garganta del padre, así que supongo que le terminaría matando con sus propias manos)
El gallo le picaría los ojos, la vaca le aplastaría con sus pezuñas, los cerdos se comerían sus tripas… Y él los dirigiría. La idea le encantaba (Me ha contado algo de un cuchillo en la garganta del padre, así que supongo que le terminaría matando con sus propias manos)
Aguantó en su
casa 2 o 3 meses más con sus animales… Hasta que todos murieron. Bueno, él dice
que todos se fueron al Sol, pero… En fin
Como ya no le
quedaba nadie en esa casa, la abandonó. Se fue a Lecce, a vivir en la ciudad.
Él sabía que habría algún animal que le hiciera un hueco en su casa, que le
daría cobijo. Seguro que sus antiguos amigos habrían hablado muy bien al resto
de animales.
Llegó a la
ciudad y deambuló por las calles. Hasta que, en un callejón, vio a un perro
callejero. Se estableció en la casa del animal y pronto se hicieron amigos. El
perro le habló de la ciudad, dónde conseguir comida y, en resumen, de cómo
sobrevivir.
Pero una persona
como él no pasó desapercibido. Entre los vagabundos no tuvo buena fama al
principio. A base de pelearse con ellos, se hizo un hueco importante. Tenía a 2
o 3 vagabundos que le seguían y le conseguían lo que él quería.
La policía tampoco
le tenía mucho aprecio, le perseguía cada vez que le veía. Se llevaba algún que
otro golpe, pero nada que no pudiera soportar.
Hasta que un
día, llego Él. Le dijo que venía de la Luna (¡La Luna!) y que quería que
estuviera con él. Que le daría una casa y muchas cosas… Sebastian estaba
maravillado, no sabía muy bien por qué. Hasta que Él, que se estaba riendo, se
lanzó y le mordió en el cuello. Así fue como sucedió su abrazo, con unas
promesas y un ataque directo a la yugular.
Tras su
transformación, Él le dio lo que le prometió. Le puso una casita bastante
modesta en la que vivir. Le enseñó a cazar, le enseñó a sobrevivir.
Le enseñó a ser un vampiro.
Le enseñó a ser un vampiro.
Le prometió que
sería el primer vampiro en pisar la Luna, ¡con la ilusión que le hacía a él!
Sabe que en un
determinado momento, le presentó a la Príncipe. Pero no se acuerda de nada. Él
le dijo que era cuestión de etiqueta que sus chiquillas fueran inconscientes a
la presentación. Así que no sabe siquiera si realmente la Príncipe le dio su
visto bueno.
Lo único que
recuerda es que Él le dejó inconsciente y que, cuando volvió a despertar,
estaba otra vez en su casa, sólo. No volvió a saber de Él. Piensa que volvió a
la Luna, y no se le llevó.
Está bastante
indignado, pero dice que un día irá a la Luna para patearle el culo.
Y esa es su
historia.
Y si te preguntas quién soy
yo, te diré que soy un simple pajarillo al que Sebastian le está cantando su
vida (hace rimas y todo, es todo un artista)
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